Una silla ergonómica perfecta ha de cumplir 3 requisitos fundamentales: que sea ajustable, que sus formas sean anatómicas y que sea de calidad. En ofisillas tenemos muchos modelos que cumplen a la perfección estas características, por lo que conseguir las mejores sillas ergonómicas nunca antes había sido tan fácil.
La diferencia entre una silla ergonómica de calidad y una silla mediocre es abismal. Desde el primer instante en el que uno se sienta en una silla de calidad se puede experimentar una sensación de comodidad y ajuste absolutos. Básicamente la silla se adapta al usuario en lugar de al revés.
Vamos a analizar los puntos clave y ajustes a los que hay que prestar atención para elegir el modelo que mejor se ajuste a nuestras necesidades ¡allá vamos!
La silla ergonómica perfecta es aquella que se puede ajustar totalmente
Sin duda, la primera pauta a la hora de elegir una silla ergonómica perfecta es prestar atención a las regulaciones que pueda tener. Ajustar la silla no se trata de un mero capricho, y va mucho más allá de la comodidad ya que una óptima postura corporal es fundamental.
Por cierto, si queréis profundizar acerca de cómo sentarse correctamente no os perdáis nuestras recomendaciones.
Fijaros por ejemplo en nuestro modelo ERGOMAX Piel. Básicamente es totalmente ajustable y todo lo que os podáis imaginar es regulable con gran precisión. Altura del respaldo, soporte lumbar, altura y profundidad del asiento, reposabrazos con regulación en 4D, reposacabezas, etc. es ajustable y hace que esta impresionante silla se adapte con un guante.
Soporte lumbar ajustable, imprescindible en la silla ergonómica perfecta
Continuando con la importancia de los ajustes, otra de las claves para elegir una silla ergonómica es fijarse en el soporte lumbar.
La zona lumbar es una de las partes más delicadas y sensibles de la espalda, ya que con el uso continuado esta zona se carga y es sometida a un esfuerzo adicional. Un buen apoyo de la zona baja de la espalda es fundamental para evitar fatiga y lesiones derivadas de adoptar una mala postura durante mucho tiempo.
¿Sabíais que hay sillas que tienen soporte lumbar ajustable en altura e inclinación? Es el caso de nuestro modelo ADALIA, sin duda una silla ergonómica perfecta. Pocos modelos cuentan con funcionalidades tan avanzadas como esta; si además tenemos en cuenta la presencia de otros muchos ajustes el éxito está garantizado.
La silla ergonómica perfecta tiene mecanismo de reclinación sincronizado
Otro de los secretos que no hay que olvidar es el funcionamiento del mecanismo de la silla. Las sillas de gama alta equipan mecanismo sincronizado con varias posiciones de ajuste.
Esta avanzada tecnología permite una mayor libertan de movimientos que se traducen en una mejor circulación sanguínea al reducir la presión sobre nuestro cuerpo. Podéis ver en las fotografías de nuestra silla NIGER las diferentes posiciones en las que se fija.
Por cierto, en el caso de este último modelo, los diferentes ajustes se hacen de una forma tan cómoda y práctica que ni te imaginas. Es otro de los aspectos clave de una silla ergonómica perfecta: muchos ajustes pero que no sea complicada de manejar.
Los materiales, otro de los aspectos importantes para conseguir una silla ergonómica perfecta
Los materiales Premium, además de ofrecer una sensación de gama alta tienen un papel muy importante a la hora de hablar de la usabilidad de la silla. Los acabados precisos, sólidos y elementos como el aluminio pulido o la malla transpirable, presentes en el modelo VENUS PRO aseguran una larga vida útil. Un funcionamiento sólido pero suave y sin ruidos parásitos es algo muy propio de haber elegido la silla ergonómica perfecta.
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