Llevar a cabo una serie de hábitos saludables en la oficina nos puede ayudar a conseguir un mayor bienestar e incluso productividad en la misma. Al fin y al cabo, son muchas las horas que pasamos trabajando en la oficina, por lo que es realmente interesante tener una estancia lo más motivadora y agradable posible.
El ritmo de vida actual, tan dinámico y exigente puede pasarnos factura a consecuencia del estrés al que en muchas ocasiones estamos sometidos. ¿Sabías que el estrés puede afectar incluso a nuestro peso corporal? Estas circunstancias pueden hacer que descuidemos hábitos saludables como la alimentación o cojamos ciertos “vicios” perjudiciales para nuestra salud.
Aplicando el sentido común y siguiendo 5 sencillos hábitos saludables en la oficina nos sentiremos llenos de energía para afrontar el día con optimismo y entusiasmo. No penséis que se trata de grandes sacrificios o llevar a rajatabla pesadas costumbres, ¡no os imagináis lo sencillo que será llevarlo a la práctica!
Un buen desayuno es el primero de los hábitos saludables en la oficina
Empezar el día con buen pie y desayunando con energía es el primer paso para ir con las pilas cargadas a la oficina. La importancia de un completo desayuno no sólo influye en nuestras fuerzas, es una cuestión de salud primordial.
Los expertos recomiendan apostar por un desayuno cargado de nutrientes lo más variado y nutritivo posible: lácteos, cereales, frutas y algunas proteínas son la mejor base para funcionar a pleno rendimiento.
También destacar la importancia de apostar por hidratos de carbono de lenta liberación. Una comida copiosa y con alto contenido proteico puede llenarnos rápidamente de energía pero esa misma energía también se agotará rápidamente.
El café puede ser nuestro aliado pero también enemigo
Los excesos siempre suelen ser malos y con el caso del café no iba a ser menos. Tomar café con moderación y es otro de los hábitos saludables en la oficina que os podemos recomendar.
La cafeína puede reactivarnos y mantenernos despiertos, pero una vez pase su efecto el impulso que nos da pude venirse abajo y sentirnos apagados. Una medida recomendable es no exceder las 2 tazas diarias; eso sí, podremos sustituirlo y beber cuantos vasos de agua queramos. La hidratación es otra de las cosas vitales ya que nuestro cerebro, ante la falta de líquidos, rinde peor.
La ergonomía el paradigma de los hábitos saludables en una oficina
Una buena ergonomía es otro de los hábitos saludables en una oficina que no se pueden descuidar y en ofisillas lo sabemos bien. Aquí recomendamos sin duda en la mejor inversión en salud que se puede hacer a largo plazo: una buena silla ergonómica y el mobiliario adicional (mesa, reposapiés, accesorios, etc.) necesario para estar cómodos, evitar lesiones y fatiga en nuestro puesto de trabajo.
Pero no sólo eso, tener configurado adecuadamente sillas de oficina, mesas de ordenador y demás elementos propiciará ser más productivos y eficientes en nuestro trabajo.
Muévete de vez en cuando
Moverse en la oficina, además de ofrecer un respiro, permite oxigenar nuestros músculos y evitar que las articulaciones se agarroten. Por ejemplo, si tenemos que decir algo a un compañero podemos ir hasta su mesa para así dar un pequeño paseo, en lugar de decírselo por teléfono o email. Evitar usar el ascensor y subir y bajar escaleras o realizar algunos estiramientos de vez en cuando son otros sencillos trucos para tener una mayor actividad física.
La comida de casa es más saludable
Generalmente la comida preparada en casa es más saludable y equilibrada que las opciones disponibles en el comedor de empresa o cafetería. Si tenemos la opción de poder llevarnos la comida de casa al trabajo podremos llevar una dieta más saludable y equilibrada, puesto que las empresas de catering suelen tender a ofrecer productos precocinados o incluso fast food.
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