De entre las numerosas sillas de oficina ergonómicas que existen en la actualidad, decantarse por un modelo concreto no siempre es sencillo. Aquí te damos algunos consejos a tener en cuenta en función de algunos aspectos relacionados con la propia silla y con el entorno de trabajo: tiempo de uso, movimientos en el espacio, ubicación del teclado o dirección de la mirada. Estas sillas son muy importantes para que nuestra espalda se adapte correctamente y no suframos problemas en el futuro. Las sillas gaming son ideales por su ergonomía para las largas horas de juego delante de una pantalla.
Uno de los aspectos básicos a tener en cuenta es el tiempo de uso que darás a esa silla. Normalmente, las sillas de oficina están homologadas para 4 horas o para 8 horas. A modo general, las de 4 horas cuentan con sistemas de regulación más sencillos, mientras que las de 8 horas tienen mayor capacidad de adaptarse al cuerpo de su usuario, con vistas a jornadas largas de trabajo. El modelo Santiago es uno de los que está recomendado para usos de 8 horas.
También hay que valorar cuales son los movimientos habituales que se realizan en esa jornada de trabajo: ¿estarás siempre sentado o te levantarás y sentarás continuamente? En este último caso, pueden ser interesantes los modelos con reposabrazos abatibles, para que estos no choquen con la mesa o para que no resulten un escollo a la hora de realizar estos movimientos. El modelo Mauro 100 es un buen ejemplo de ello.
La mesa, importante a la hora de elegir las sillas de oficina ergonómicas
La mesa y lo que en ella se trabaja también es importante a la hora de elegir este tipo de sillas. Por ejemplo, tendrás que pensar si el teclado del ordenador se sitúa en una bandeja extraíble o directamente sobre el tablero de la mesa. De esa manera, es importante que los reposabrazos sean regulables en altura para que los codos puedan estar cómodamente apoyados al teclear en cualquiera de las dos situaciones. Esto lo permite, por ejemplo, el modelo Zenit Max.
También deberás analizar tu posición de la cabeza: más elevada o agachada en función de si se mira permanentemente a la pantalla o a documentos físicos sobre la mesa. Un reposacabezas podría ser interesante en el caso de que se vaya a mantener la cabeza siempre erguida, como en el Air-Port.
Y cómo no, para elegir entre las sillas de oficina ergonómicas también habrá que tener en cuenta otras variables subjetivas, como el grosor del asiento, el diseño del acolchado del respaldo, etc.
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