Aunque las sillas de oficina, acolchadas, giratorias y con ruedas, se han popularizado mucho en los últimos años, lo cierto es que las sillas de escritorio de madera, que también se llaman de confidente, se siguen empleando mucho actualmente porque ofrecen determinadas ventajas que las de oficina no pueden igualar. En Ofisillas, el modelo MOBY BASE es el que responde a estas características.
Antes de entrar a desglosar sus características, es importante saber que se trata de un tipo de silla que se emplea mucho en aulas colectivas, para audiencias medianas y grandes, especialmente si se trata de alumnos que deben sentarse frente a un pupitre o un escritorio. Todas las ventajas, que a continuación veremos, convierten a estos asientos de madera en los más adecuados para ese contexto.
La primera gran ventaja de estas sillas de escritorio de madera es su durabilidad: tanto su asiento como su respaldo aguantan muy bien el paso del tiempo, al igual que las patas y la estructura metálica.
La segunda gran ventaja es su precio: al ser de estructura más sencilla, sin elementos plegables, regulables o acolchados, son menos costosas a la hora de la fabricación, y ese ahorro se traslada también al precio de venta.
Otras ventajas de las sillas de escritorio de madera en las aulas
Hay otras tres características de estas sillas de escritorio de madera que se valoran positivamente por colegios e instituciones con aulas multiusos, como salas de prensa o de conferencias. La primera es que su diseño suele combinar muy bien con el interior de las aulas de nuestro tiempo: sencillos, poco recargados, con gran presencia de elementos metálicos como el aluminio, pero con mobiliario en madera también, incluidas las puertas.
No menos importante, cuando se trata de prestar atención durante una clase o una charla, es que este tipo de silla favorece la adopción de una postura fija y continua, sin movimientos. Esto, en cambio, es más difícil cuando la silla es giratoria o tiene ruedas.
Y por último, otra ventaja de estas sillas de escritorio de madera es que se recogen muy bien debajo de un pupitre o una mesa, prácticamente sin entorpecer el paso en pasillos y espacios colectivos. En cambio, cuando la silla tiene reposabrazos, esto es mucho más difícil a no ser que la mesa sea especialmente alta y no tenga cajonera o soporte para teclado.
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