El trabajo en oficina exige siempre disponer de adecuadas sillas de oficina, y en especial de sillas ergonómicas. Ya no se trata de una cuestión de mero confort, sino que estamos hablando de una verdadera herramienta de trabajo que será utilizada durante muchas horas y por mucho tiempo.
Está demostrado que una adecuada postura corporal a la hora de trabajar tiene innumerables beneficios: prevenir y evitar lesiones y fatiga, mayor energía y motivación, aumento de la productividad, etc. Por este motivo, no os podéis perder ni un solo detalle de nuestros consejos a la hora de elegir una silla para la oficina ¿estáis preparados?
Una silla ergonómica es la mejor para trabajo en oficina
Las sillas ergonómicas son las mejores para trabajar en oficina, ya que sus estudiadas formas aseguran una óptima postura corporal en todo momento. Su modelado anatómico aporta sujeción y evita adoptar posturas incorrectas ya que se amoldan a la anatomía humana ayudando así a sentirse como un guante cuando nos sentamos en ellas.
Este tipo de sillas suelen tener muchos ajustes y regulaciones, que es otro de los aspectos fundamentales en una buena silla. Precisamente, estos ajustes permiten regular adecuadamente la silla, algo tan importante como la silla en sí. Os animamos también a echar un vistazo a nuestro artículo ¿Cómo sentarse correctamente?
Fijaros por ejemplo en nuestro modelo AIRPORT. Es sin duda una silla para trabajo en oficina a la que no le falta detalle. De hecho, son muchas las empresas las que optan por este modelo a la hora de equipar sus oficinas y eso es por algo.
¿Su secreto? el equilibrio. Se trata de una silla muy versátil y homologada para uso intensivo, algo que cada vez más departamentos de riesgos laborales tienen en cuenta.
El soporte lumbar, el mejor aliado de una silla para trabajo en oficina
Un buen soporte lumbar es otro de los elementos imprescindibles si queremos conseguir un buen apoyo en la parte baja de la espalda, una de las zonas más críticas e importantes. Es precisamente esa sujeción lumbar la que va a actuar como eje de una postura erguida pero a su vez descansada y natural, sin demasiada rigidez. Por esta razón no hay que descuidar esta importante área que precisamente es la más proclive a sufrir lesiones o molestias a largo plazo.
Os mostramos también otra buena candidata a silla para trabajo en oficina, el modelo CARINA MAX. Es una opción también muy equilibrada que cuenta con soporte lumbar ajustable en altura y respaldo en malla transpirable.
Una silla para trabajo en oficina ha de tener materiales agradables y sólidos
Los materiales de una silla de oficina desempeñan un papel importante en el confort de la misma. En el caso particular de las sillas de trabajo en oficinas, sus materiales han de ofrecer comodidad y transpirabilidad con la máxima resistencia posible. Es precisamente lo que ofrece el tejido de malla.
Muchas veces nos consultan acerca de la resistencia y durabilidad de este material, y es que a pesar de que puede parecer más débil que un acolchado tradicional, nada más lejos de la realidad. La malla transpirable no se deforma ni vence, por lo que permanece como el primer día durante mucho tiempo. Por si fuera poco, sus fibras están diseñadas para ofrecer una resistencia máxima y a la vez ser flexible y su superficie con pequeños orificios asegura una óptima ventilación, incluso en verano.
Modelos como el LABITA o DAMA son otras 2 opciones altamente recomendables para usar como silla de trabajo en oficina, además con un precio muy ajustado.
La base de metal es otro extra que puede aportar un plus de solidez, además de un acabado elegante. Sería el caso de esta otra silla a la que podéis echar un vistazo, el modelo ADARA.
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