La elección de sillas de oficina ergonómicas está condicionada por múltiples factores a tener en consideración. Debido a la utilización intensiva que se le suele dar a este tipo de sillas de oficina y a la inversión en salud y comodidad que también suponen, os vamos a dar una serie de consejos a tener en cuenta para elegir el modelo óptimo.
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de elegir sillas ergonómicas es el tipo de utilización que se le va a dar a las mismas. Para un uso intensivo y continuado, ya sea a nivel profesional en oficina o en uso doméstico en hogar, recomendamos sin duda que esté homologada para uso de 8 horas diarias.
Esto es algo fundamental ya que las sillas de oficina ergonómicas adaptadas para uso de 8 horas son las que tienen una ergonomía, funcionalidad y prestaciones más avanzadas. Por supuesto, al igual que hay que pensar el uso que se le va a dar a la silla, es preciso tener en cuenta las características físicas del usuario. Dentro de las características técnicas de cada modelo hay que fijarse en la talla y peso recomendados.
Elementos de las sillas de oficina ergonómicas a tener en cuenta
Hay varios elementos en los que fijarse para acertar con la elección de la silla. Uno de los más importantes es el respaldo y en especial el soporte lumbar. Las sillas de oficina ergonómicas se caracterizan por tener un cuidado diseño del respaldo, con pronunciadas formas y soportes laterales que permiten un óptimo apoyo de la espalda.
Un soporte lumbar flexible y ajustable es muy recomendable para conseguir una buena sujeción en la zona lumbar y parte baja de la espalda. Aunque muchas veces se presta más atención al llamativo diseño o acabado, el soporte lumbar no suele tener el protagonismo que merece en el proceso de decisión de una buena silla con diseño ergonómico.
Hay modelos que hasta tienen este soporte hinchable, como es el caso del modelo AIRGUS
En el caso del asiento, más que en el grosor del mismo, es importante prestar atención a sus formas y dureza. Una adecuada postura en el asiento significa que la pelvis y muslos estén bien posicionados, todo ello orientado a lograr una postura erguida. Una correcta dureza evita la aparición de la fatiga con el uso continuado.
Sillas de oficina ergonómicas y múltiples regulaciones: algo estrechamente relacionado
Ergonomía y ajustes son dos conceptos estrechamente relacionados en las sillas de oficina ergonómicas. Además de tener en cuenta los elementos que hemos comentado anteriormente es fundamental configurar correctamente nuestra silla ergonómica. En este sentido, los modelos que presentan un diseño ergonómicamente más avanzado tienen más ajustes y posiciones: respaldo, soporte lumbar, reposabrazos, reposacabezas, mecanismo de inclinación, etc.
Al final de lo que se trata es de conseguir que la espalda esté recta, los muslos y piernas bien apoyados, formando un ángulo de 90º respecto a las rodillas y que los reposabrazos estén alineados con la altura de la mesa.
Sillas de oficina ergonómicas: sinónimo de inversión en salud
La elección de una buena silla de oficina con diseño ergonómico va más allá de conseguir un alto grado de confort: se trata de una inversión en salud muy recomendable. Los beneficiosos efectos de una óptima higiene postural se notan a largo plazo, evitando y previniendo lesiones. Además la mayor calidad de construcción de una silla de este tipo asegura una durabilidad también superior, haciendo que sean una inversión más atractiva y rentable si cabe.
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