Existen muchos tipos de mesas pequeñas para ordenador, desde las muy sencillas a las más completas, pero todas ellas tienen en común que solo ocupan una parte de una pared de la habitación, es decir, no tienen diseño en L.
De entre las más sencillas está el modelo Delta: simplemente una superficie plana y cuatro patas, con el único añadido de una pequeña plataforma a ras de suelo con ruedas para situar la torre de la CPU.
Mesa de ordenador en cristal DELTA
Si se quiere un tipo de escritorio más alargado y con capacidad de almacenaje, aparecen modelos como el Nero, con cajonera lateral para guardar todo tipo de cosas.
Y si se quiere algo mucho más compartimentado, opciones como la Stella son muy apropiadas. Ahí no falta ni la bandeja para el teclado, ni espacio para la CPU, ni la cajonera. Además, es algo más amplia y se pueden situar la impresora e incluso un escaner.
Mesas pequeñas para ordenador en espacios reducidos
Cuando hay poco espacio, una de dos: o se recurre a lo mínimo imprescindible o se tira de imaginación. El primer ejemplo lo vemos en el modelo Atlanta.
En cambio, la mesa Corner Max demuestra que con un diseño vertical inteligente también se pueden disponer muchas cosas más.
Y si encima lo que se quiere es aprovechar la mesa como espacio de trabajo de los más pequeños, donde puedan pintar y hacer sus deberes a mano, los modelos con soporte inclinable son ideales. Es el caso del Belia.
Más allá de distribuciones, conviene recordar que hay dos tipos de mesas pequeñas de ordenador en función de su material de fabricación: por un lado las de madera, más clásicas pero más seguras para los niños, y por otro lado las de cristal templado, de volúmenes más livianos y mucho más resistentes de lo que se piensa. En cualquier caso, soluciones y materiales que se adaptan a todos los gustos y bolsillos.
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