Las oficinas minimalistas significan vanguardia, modernidad, sofisticación, valores que sin duda están pegando muy fuerte en lo que a estilos arquitectónicos en oficina se refiere. El estilo minimalista es especialmente interesante ya que su filosofía potencia centrarse en lo verdaderamente importante, como puede ser la marca en sí o un producto. En una oficina de una empresa esto resulta especialmente útil, ya el alto grado de competitividad y número de competidoras hace que sea imprescindible diferenciarse para lograr sobrevivir.
Pero antes de adentrarnos en la materia y mostraros ejemplos de oficinas minimalistas vamos a empezar definiendo qué significa el minimalismo. Básicamente podemos resumirlo en la siguiente frase: menos es más. El minimalismo supone simplificar y reducir a la mínima expresión la decoración o arquitectura, eliminando elementos superfluos y que son un lastre a la hora de mostrar pureza.
Es por ello que la tónica general de las oficinas minimalistas son los colores neutros como el blanco (el color por excelencia) negro o gris, materiales naturales como la madera o la presencia de ciertos elementos poco procesados (como el metal con escaso o nulo tratamiento, suelos de hormigón, etc.) Las líneas rectas y fluidas que a su vez esconden funcionalidad son otro de los ases en la manga de este popular estilo decorativo.
Oficinas minimalistas en blanco
El color blanco es la base de las oficinas minimalistas, ya que su pureza y la sensación de espacio y luminosidad que ofrecen encajan perfectamente con el efecto que se pretende conseguir. Además se trata de un color que tiene muchas ventajas prácticas ya que es fácilmente combinable y podremos resaltar y dar más presencia a todo aquello que realmente es importante (como por ejemplo dispositivos electrónicos en empresas tecnológicas, plantas y elementos naturales en clínicas, piezas de arte en empresas con alto componente creativo, etc.)
Oficinas minimalistas con un toque de color
Introducir pinceladas de color para realzar ciertos muebles o marcar más la personalidad que se pretende transmitir es otra de las notas dominantes en las oficinas minimalistas. Bajo la premisa de colores neutros, las pinceladas de color sirven para realzar los colores corporativos o simplemente beneficiarse de los efectos que pueden tener sobre los trabajadores, usuarios y clientes. Ya hablábamos de ello en nuestra anterior entrada ¿cuál es el mejor color para las paredes de una oficina? un post que sin duda os recomendamos echar un vistazo.
Por ejemplo, introducir una nota de color con las sillas de oficina puede ser una oportunidad de oro para hacerlo con estilo y crear un conjunto conseguido y no artificial. ¿Tenéis ganas de más información? Esta otra entrada acerca de ¿cuál es el mejor color para una silla de oficina? sirve para profundizar un poco más.
Oficinas minimalistas con elementos industriales
El estilo industrial encaja muy bien y es otro de los pilares fundamentales en las oficinas minimalistas. La rudeza de lámparas metálicas, estructuras oxidadas a la vista, tuberías, mesas formadas por caballetes, etc. supone una sencillez cuyo efecto lejos de parecer poco sofisticado, es realmente encantador.
Respecto al resto de materiales, los suelos de hormigón pulido y colores grises no pueden faltar en oficinas minimalistas con aire industrial. El cristal es otro de los materiales estrella, incluso utilizado en escaleras o para separar zonas y ambientes.
Oficinas minimalistas eco-friendly
La presencia de elementos naturales, como plantas, madera, iluminación solar directa, etc. hace que se consiga un efecto cálido y acogedor. En este sentido, la naturaleza resulta sencilla y pura, algo que una oficina minimalista debe tener.
Oficinas respetuosas con el medio ambiente o medioambientalmente eficientes son otro ejemplo en el que el minimalismo adquiere una dimensión superior. En este caso la fusión del neutro blanco, toques de verde en plantas y tonos claros de madera combinan espectacularmente bien.
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